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4 reglas para descripciones de productos

Si no sabes escribir descripciones de productos que vendan, se está perdiendo una gran parte de tu negocio.

Tienes que entender que las descripciones son lo que la gente lee para convencerse de comprar y para elegir entre las otras opciones.

Si tus descripciones son sosas y poco atractivas, las personas lo pasarán por alto y comprarán a la competencia.

Para evitar la fuga de clientes potenciales, tienes que esforzarte en escribir las mejores descripciones para tus productos.

Aquí te mostraremos las 4 reglas esenciales que tienes que respetar cuando haces esta tarea:

Si no sabes escribir descripciones de productos que vendan, las personas no los comprarán

Es la pura verdad.

Tienes que facilitar a tus clientes y posibles clientes la comprensión de lo que están comprando, por qué deberían comprártelo y cuánto cuesta.

No puedes simplemente darle una lista larguísimas con características que la mayoría de las personas no entenderán.

E incluso, si lo entienden, se sentirán aburridos de inmediato.

Hay algo que muchos vendedores pasan por alto al momento de exponer sus productos: darle al público lo que quieren escuchar.

Decirles en qué los ayudará y cómo resolverán sus problemas.

Si no haces esto, estás perdiendo muchos clientes potenciales.

aprender a escribir descripciones de productos que venden

Reglas indispensables para escribir descripciones de productos que vendan

Aunque no existe la fórmula perfecta para escribir descripciones de productos que vendan, sí que existen reglas que te facilitan muchas las cosas.

Especialmente, te ayudan a evitar errores fatales que pueden costarte clientes y, por ende, ventas.

Aquí te mostramos las 4 esenciales que tienes que seguir:

1. No uses tecnicismos

En primer lugar, no utilices jerga ni términos técnicos.

Esta es probablemente la regla más importante de todas.

Si estás vendiendo un producto que es nuevo y emocionante pero que lleva asociada una terminología que no te resulta familiar, entonces sigue adelante y explica esas palabras en lenguaje sencillo.

El lector te lo agradecerá más tarde, cuando entienda de qué estás hablando sin tener que buscar cada palabra en Google.

Otra cosa que no debes hacer es utilizar acrónimos como si estuvieran pasados de moda, sobre todo si sólo se aplican a tu sector o a la cultura de tu empresa.

Puede que pienses que todo el mundo sabe lo que significa «LOL, pero hay mucha gente que nunca ha oído este término.

Por lo tanto, sugerimos evitar su uso hasta que sea absolutamente necesario.

También recomendamos evitar las frases en latín, a menos que sean reconocidas como verdades universales por todos los seres humanos (por ejemplo, «e pluribus unum»).

2. Diles lo que van a obtener, no cómo funciona

Evita hablar de las características y céntrate en las ventajas de tu producto.

Describe los resultados que pretendes conseguir y cómo este producto en concreto les ayudará a lograrlo.

Diles exactamente los problemas que van a solucionar si usan tu producto y todas las ventajas que les traerá a su vida.

Esto es lo que realmente les atraerá de tu producto.

3. Muestra tus productos en situaciones cotidianas

He aquí un ejemplo: «Los comandos de voz de este reproductor de música hacen que pueda cambiar de canción mientras entreno sin tener que detenerme para hacerlo «.

Es una descripción breve de lo que hace el producto en una situación real cotidiana.

La mejor forma de que los clientes entiendan cómo les va a funcionar un producto es viéndolo en acción.

También te ayuda a vender más artículos porque el cliente puede ver cómo otras personas utilizan tu producto y averiguar si hay alguna característica que también podría ser útil para su situación.

4. Entiende qué quiere el lector y escríbelo

La mejor manera de escribir una descripción de producto que venda es entender lo que quiere el lector y escribirlo.

¿Por qué?

Porque si entiendes a tu público, podrás hablar su idioma y abordar sus preocupaciones directamente.

Cuando lean tu texto, sentirán que les entiende, y esa es una sensación poderosa.

¿Cómo lo conseguimos?

El primer paso es saber quién es nuestro cliente objetivo:

  • ¿A qué grupo de edad pertenecen? (por ejemplo, jóvenes profesionales)
  • ¿De qué sexo son? (por ejemplo, masculino)
  • ¿Dónde viven? (por ejemplo, en las afueras)

Una vez que conozcas esta información sobre tus clientes objetivo, puedes empezar a pensar en qué palabras utilizan esas personas en su vida cotidiana cuando se refieren a temas relacionados con tu empresa o sector industrial.

Luego, podrás ofrecerle exactamente lo que esperan de ti a través de tus productos.

Prueba y mide los resultados

Ahora que ya ha escrito las descripciones de tus productos, es el momento de ponerlas a prueba.

Para medir los resultados luego de escribir las descripciones de productos que vendan, hay varias opciones:

  • Utiliza Google Analytics u otra herramienta de seguimiento del tráfico para ver cuántas personas visitan tu sitio web desde los motores de búsqueda.
  • Haz un seguimiento del número de productos individuales que se ven en cada página (además de las páginas vistas en general).
  • Comprueba qué páginas reciben más tráfico y cuáles no. Si no funcionan, deberían ser fáciles de corregir: basta con cambiar el texto.

Siguiendo estas reglas podrás escribir descripciones que se vendan fácil y rápidamente.

Recuerda que es cuestión de ensayo y error.

No te desanimes por cometer un error, simplemente tienes que editar y seguir.

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